top of page

Donde todo comenzó

IMG_0869.PNG

Siempre he sentido una conexión especial con la piedra, con su historia, su dureza y su capacidad de transformarse con el tiempo. Desde pequeño, crecí fascinado por los dinosaurios, por esos gigantes que dominaron la Tierra hasta que un evento lo cambió todo. Lo curioso es que, sin saberlo, la vida me llevaría justo al lugar donde ocurrió ese evento: Yucatán, el epicentro de la extinción que marcó un nuevo inicio para el mundo.

 

Antes de llegar aquí, mi vida estaba completamente enfocada en el diseño y comercialización de mobiliario en piedra. En la Ciudad de México, mi negocio giraba en torno al mármol, a la creación de piezas que contaban historias a través de su textura, color y origen. Pero cuando tomé la decisión de mudarme a Mérida, dejé todo atrás. Mi empresa, personas, lugares  y con ello, una parte de mí también se rompió.

 

Mérida no solo se convirtió en mi nuevo hogar, sino en el lugar donde tuve que reconstruirme, pieza por pieza. Me sumergí en un mundo completamente diferente: la venta de motocicletas y bicicletas eléctricas. Durante estos años, aprendí nuevas habilidades. Herramientas que, en su momento, parecían alejadas de mi pasión original, pero que ahora entiendo que eran parte del proceso para regresar a ella con más fuerza y visión.

 

Aquí, en Yucatán, descubrí piedras únicas, la impresionante cultura Maya y  materiales con una belleza natural que pocos conocen. Y de repente, todo hizo clic. La historia del meteorito, mi amor por las piedras, mi camino de transformación… todo estaba conectado. Al igual que el impacto que cambió la Tierra para siempre, yo también había sido transformado.

 

Hoy, con 34 años, estoy listo para compartir mi historia a través de lo que mejor sé hacer: diseñar. Quiero llevar un pedazo de este lugar y esta impresionante cultura a hogares, hoteles y rincones de todo México, y por qué no, del mundo. Cada pieza que creo no es solo mobiliario, es un fragmento de historia, una manifestación de lo que significa evolucionar y renacer.

 

Porque después de aquel impacto, nada volvió a ser lo mismo. Y después de mi propia transformación, yo tampoco.

bottom of page